martes, 11 de enero de 2011

Referendo de autodeterminación en el Sur de Sudán: ¿Qué se gana y qué se pierde?

Desde el pasado 9 de enero y hasta el próximo 15 del mismo mes, se estará realizando en Sudán del Sur un referendo de autodeterminación para decidir si el Sur del país se separará por completo del Norte. Este hecho no se ha gestado por sí solo, ya que es parte del Acuerdo General de Paz firmado el año 2005 que puso fin a las hostilidades entre el Norte del país -que era mayoritariamente de religión musulmana- y el Sur que eran fundamentalmente cristianos y animistas. Esta situación podría sentar un hecho importante en la actualidad, ya que según las estimaciones previas se cree que Sudán del Sur optará por la secesión del Norte, creando en consecuencia, la primera nación independiente del siglo XXI. En esta columna revisaremos las distintas aristas que ha traído consigo este fenómeno y que -según algunos analistas- podría poner fin a décadas de guerra interreligiosa. Acá nos centraremos primero que todo, en entender la dinámica del conflicto en el marco de la Segunda Guerra Civil Sudanesa de 1983 y del conflicto más reciente del país que atravesó durante el año 2003. También revisaremos el referendo de autodeterminación y qué consecuencias locales y regionales podría traer.

Aunque en términos generales, no se tiende a conocer mucho de los conflictos africanos; queremos ser claros en sostener que el conflicto en Sudán es particularmente importante. Esto, no sólo porque se trata del país más grande del continente africano, sino que porque hasta hace unos pocos años, la ACNUR -o la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados- tildó al conflicto dentro de Darfur -que es una provincia ubicada al Oeste de Sudán- como "la peor crisis humanitaria del mundo".

Ahora bien, mencionábamos al inicio que nos centraríamos en la situación interna de Sudán. Pues bien, especialmente desde la Segunda Guerra Civil Sudanesa de 1983, este país acostumbró a estar enfrentado entre el Norte y el Sur; encarnado por las religiones musulmana y cristiana, respectivamente. Según datos que el año 2007 dio a conocer el Parlamento Europeo, en esta guerra “alrededor de 1,9 millones de civiles perdieron la vida en el Sur de Sudán y más de 4 millones se vieron obligados a huir de su hogar en algún momento desde el comienzo de las hostilidades”.

Este conflicto llegó a su fin con la firma el año 2005 del Acuerdo General de Paz, que comprometía a las partes al cese de las hostilidades. Hoy por hoy, podemos decir que hay "paz" entre el Norte y el Sur. Sin embargo, un par de años antes a la concreción de esta firma, Sudán fue objeto de un nuevo foco de tensión que se trasladó al Oeste del país, a una provincia llamada Darfur. En esta provincia, la población negra -de etnia fur- es asesinada por una milicia tribal árabe, llamados los janjaweed. Los janjaweed -montados a caballo y armados con fusiles y machetes- comparten la misma religión de los fur, es decir, el tinte del conflicto desde el año 2003 ha dejado de ser religioso. Los motivos por los que se cometen estas matanzas étnicas se explicarían por el control de los limitados recursos naturales que se ven amenazados por las contínuas sequías que sufre el país.

Para las milicias janjaweed, es fundamental tener acceso en Darfur, crear un gobierno afín al de Jartum -la capital de Sudán del Norte- pero creando un gobierno local que sea eminentemente de etnia árabe, especialmente de la etnia baggara y rezeigats, estos últimos denominados como “los verdaderos árabes” de Sudán.

En otras palabras, debemos ser claros en afirmar que el conflicto entre Norte y Sur por motivos religiosos ya pasó a segundo plano. Sin embargo, parece que sigue siendo de importancia para la población del Sur, porque por la experiencia que ésta tuvo por las guerras civiles, es de todas formas importante ser una nación independiente del Norte. De ahí que sea entendible todo el contexto actual.

Si el conflicto sudanés se ha hecho conocido en los últimos años, ha sido por la Guerra en Darfur y no por las guerras civiles y religiosas del siglo pasado. En consecuencia, creemos que la secesión del Sur con el Norte no tendrá mayores efectos para la pacificación del país, menos para esa provincia del Oeste. Ya para el conflicto en Darfur, las cifras de desplazados el año 2005 se situaban en cerca de 220.000 sólo para aquellos casos que decidían huir a Chad, un país vecino. Un documento de Naciones Unidas, señalaba que “dentro de Darfur, cerca de 3 millones de personas dependen de ayuda humanitaria para sobrevivir; de estos 3 millones, 1.9 han sido forzados a dejar sus hogares y ahora viven en campamentos maltrechos, superpoblados y peligrosos".

De aprobarse la secesión ¿qué pasará con los desplazados fur? En el Sur difícilmente los aceptarían dado que en primer lugar los recursos ya serían relativamente escasos para su propia población y en segundo lugar, sería ilógico dividir el país en uno cristiano y uno musulmán para que luego la parte cristiana aceptara a desplazados musulmanes. El Norte, claramente no los aceptaría, porque las milicias janjaweed son del Norte y son las encargadas de darles muerte. Parece que el futuro de los fur no será otro más que seguir huyendo a países vecinos como Chad. El punto está en que dentro de los conflictos contemporáneos una de las principales amenazas serán las migraciones masivas. Chad no estará dispuesto a aceptar para siempre los éxodos de desplazados provenientes de Sudán, por lo tanto, el panorama no es alentador.

Sólo nos quedaremos con el hito que probablemente traiga consigo este referendo, en otras palabras, la creación de la primera nación independiente de este siglo XXI, pero al parecer el hito de llegar a la paz, no será el que precisamente se de en este país. Los fur serán los más perjudicados con todo esto.







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