Hace poco, Irak volvió a ser motivo de noticia después de una brutal oleada de atentados con coches bomba que dejaron como saldo cerca de 95 muertos y más de 250 heridos en casi todo el país. Ahora, uno podría preguntarse ¿Por qué ocurre esto ahora?
En parte, porque las fuerzas norteamericanas se han retirado de la ciudad y especialmente de las calles de Bagdad donde ya no se están realizando patrullajes y donde las fuerzas militares, se han omitido de los combates. Esto, como parte del programa del Presidente Barack Obama para retirar las tropas norteamericanas de Irak en tres fases principales. La primera, es abandonar gradualmente los patrullajes y las labores del día a día. La segunda, es replegándose en cuarteles militares especializados y la tercera vendría a completarse a finales del 2010 donde ya definitivamente se retire el grueso de las tropas, dejando un pequeño núcleo para capacitar y apoyar la instrucción del ejército iraquí. Actualmente, podríamos decir que se está entre el término de la primera fase y el comienzo de la segunda.
Ahora bien, esta decisión de Obama para retirar las tropas estadounidenses, ha estado motivada después de una serie de retiros de tropas. Recordemos que en su momento hubo hasta 40 países involucrados en una alianza multinacional para transformar a Irak en un foco de democracia en Medio Oriente. De todas formas, en esta alianza multinacional para Irak, los últimos en haberse retirado fueron los británicos que tenían como área de responsabilidad, la seguridad en el puerto de Basora. Ahora, los norteamericanos están solos y están con la responsabilidad de rearmar este complejo rompecabezas iraquí.
Este rompecabezas iraquí -desde el punto de vista étnico- se conforma de tres grandes grupos. Primero, el mayoritario son los chiitas que controlan el Sur del país y que tienen buenas relaciones con los iraníes, que también son chiitas. Para ampliar el concepto, el chiismo es una de las corrientes internas del Islam. Se caracteriza por ser heterodoxa y que -a diferencia de los ortodoxos sunnitas que revisaremos más adelante- se diferencian en que los chiitas buscan ser guíados por un "imám", es decir, por un guía que ejerce de juez en las cuestiones teológicas y jurídicas del Corán (libro sagrado del Islam).
En el Centro del país, se encuentra la etnia sunnita. Los sunnitas, pese a que constituyen una minoría en Irak -distintos estudios hablan de que conformarían entre un 20 y 30 por ciento de la población- hay que decir que son la gran mayoría de los árabes; en el mundo árabe, predominan los sunnitas. Aunque los sunnitas en Irak, son los que han ejercido el poder político históricamente durante siglos -especialmente bajo el Imperio Otomano- y a los que a este grupo, también pertenencía el ex mandatario, Saddam Hussein. Sería interesante dejar claro que mientras los sunnitas tuvieron el poder, fueron muy duros con la represión de los chiitas.
Finalmente en el Norte del país, se encuentran los kurdos. Esta etnia tiene aspiraciones propias que es formar una república independiente en la región de Kurdistán. Esta, es una región que vendría siendo disputada básicamente por tres países: Irak, Irán y Turquía. También limita con otros dos, que son Armenia y Siria. El interés por controlar Kurdistán tiene que ver netamente con asuntos estratégicos: Kurdistán es una región con muchas reservas petrolíferas. Aún así, esa disputa por la soberanía de Kurdistán, queda a mi juicio en un juego de "suma cero", mientras que los kurdos desde hace tiempo, han estado dotando a esta región de una gran autonomía, al punto que tienen conformadas milicias de autodefensa conocidos como los peshmergas. En síntesis, a los kurdos poco parecerá importarles lo que ocurra en Irak mientras sigan consolidando su presencia en Kurdistán.
El dilema que vemos en Irak actualmente, está ligado a dos problemas básicos. El primero, es que desde la invasión y posterior derrocamiento de Saddam Hussein, Estados Unidos en el 2005 tuvo que concederle el gobierno del país a la etnia chiita. Nuri Al Maliki -el Primer Ministro iraquí- pertenece a esta etnia, lo que viene a generar un cambio político de proporciones considerando que -como se explicó anteriormente- por tradición los sunnitas han ejercido el poder político en el país durante mucho tiempo. Desde que los chiitas han ejercido el poder, los sunnitas no han visto con buenos ojos este fenómeno, pero no sólo porque los chiitas no acostumbraban a ejercer el poder, sino que porque se temía que los chiitas -una vez en el oficialismo- iniciaran una campaña para vengarse por la represión histórica de la que habían sido objeto.
El segundo problema tiene que ver con las consecuencias hemisféricas que representó la invasión estadounidense desde la guerra en 2003. Como consecuencia de la investidura chiita en el poder iraquí, lo que representa a nivel regional el derrocamiento del poderío sunnita, no es otra cosa que el fortalecimiento de Irán. Lo anterior es lógico si consideramos que desde la revolución islámica de 1979 que derrocó al Shá de Irán, se logró instalar un gobierno chiita con su máximo exponente, el ayatollah Ruhollah Jomeini. Desde entonces, las relaciones entre Irán e Irak fueron mayoritariamente hostiles por la sencilla razón de que las etnias preponderantes en los países mencionados eran chiitas y sunnitas, respectivamente. Ahora no sucede tal caso, por lo tanto Irak dejó de ser el "freno natural" del posicionamiento iraní en la región.
Ante esto, el dilema de lo que le depara particularmente a Irak no es nada alentador. Si todo sigue su curso normal, de aquí a fines del 2010 ya debería estar retirado un contingente importante del personal militar estadounidense. ¿El ejército local estará preparado para enfrentar la animadversión de las células terroristas que por razones de "hermandad musulmana" son más cercanos a los sunnitas que a los chiitas? ¿Las elecciones locales que se han venido realizando desde el 2005 le darán el toque de legitimidad necesario al gobierno actual de los chiitas? Para ambas preguntas tendríamos un tajante no, pero por sobre todo parece más preocupante el hecho que el país esté fuertemente dividido en estos tres grupos. Es de esperar que este país no se termine fragmentando, pero dadas las circunstancias, todo parece apuntar allá.
Desde la invasión estadounidense en 2003 no se lograron ni lograrán ninguno de los dos objetivos claves de conocimiento público. Primero, que Estados Unidos haya encontrado pruebas fehacientes sobre la fabricación de armas de destrucción masiva y segundo, transformar a Irak en un foco de democracia en Medio Oriente. Al parecer, lo que se vendrá en Irak para los próximos meses, no será más que el principio del fin.
En parte, porque las fuerzas norteamericanas se han retirado de la ciudad y especialmente de las calles de Bagdad donde ya no se están realizando patrullajes y donde las fuerzas militares, se han omitido de los combates. Esto, como parte del programa del Presidente Barack Obama para retirar las tropas norteamericanas de Irak en tres fases principales. La primera, es abandonar gradualmente los patrullajes y las labores del día a día. La segunda, es replegándose en cuarteles militares especializados y la tercera vendría a completarse a finales del 2010 donde ya definitivamente se retire el grueso de las tropas, dejando un pequeño núcleo para capacitar y apoyar la instrucción del ejército iraquí. Actualmente, podríamos decir que se está entre el término de la primera fase y el comienzo de la segunda.
Ahora bien, esta decisión de Obama para retirar las tropas estadounidenses, ha estado motivada después de una serie de retiros de tropas. Recordemos que en su momento hubo hasta 40 países involucrados en una alianza multinacional para transformar a Irak en un foco de democracia en Medio Oriente. De todas formas, en esta alianza multinacional para Irak, los últimos en haberse retirado fueron los británicos que tenían como área de responsabilidad, la seguridad en el puerto de Basora. Ahora, los norteamericanos están solos y están con la responsabilidad de rearmar este complejo rompecabezas iraquí.
Este rompecabezas iraquí -desde el punto de vista étnico- se conforma de tres grandes grupos. Primero, el mayoritario son los chiitas que controlan el Sur del país y que tienen buenas relaciones con los iraníes, que también son chiitas. Para ampliar el concepto, el chiismo es una de las corrientes internas del Islam. Se caracteriza por ser heterodoxa y que -a diferencia de los ortodoxos sunnitas que revisaremos más adelante- se diferencian en que los chiitas buscan ser guíados por un "imám", es decir, por un guía que ejerce de juez en las cuestiones teológicas y jurídicas del Corán (libro sagrado del Islam).
En el Centro del país, se encuentra la etnia sunnita. Los sunnitas, pese a que constituyen una minoría en Irak -distintos estudios hablan de que conformarían entre un 20 y 30 por ciento de la población- hay que decir que son la gran mayoría de los árabes; en el mundo árabe, predominan los sunnitas. Aunque los sunnitas en Irak, son los que han ejercido el poder político históricamente durante siglos -especialmente bajo el Imperio Otomano- y a los que a este grupo, también pertenencía el ex mandatario, Saddam Hussein. Sería interesante dejar claro que mientras los sunnitas tuvieron el poder, fueron muy duros con la represión de los chiitas.
Finalmente en el Norte del país, se encuentran los kurdos. Esta etnia tiene aspiraciones propias que es formar una república independiente en la región de Kurdistán. Esta, es una región que vendría siendo disputada básicamente por tres países: Irak, Irán y Turquía. También limita con otros dos, que son Armenia y Siria. El interés por controlar Kurdistán tiene que ver netamente con asuntos estratégicos: Kurdistán es una región con muchas reservas petrolíferas. Aún así, esa disputa por la soberanía de Kurdistán, queda a mi juicio en un juego de "suma cero", mientras que los kurdos desde hace tiempo, han estado dotando a esta región de una gran autonomía, al punto que tienen conformadas milicias de autodefensa conocidos como los peshmergas. En síntesis, a los kurdos poco parecerá importarles lo que ocurra en Irak mientras sigan consolidando su presencia en Kurdistán.
El dilema que vemos en Irak actualmente, está ligado a dos problemas básicos. El primero, es que desde la invasión y posterior derrocamiento de Saddam Hussein, Estados Unidos en el 2005 tuvo que concederle el gobierno del país a la etnia chiita. Nuri Al Maliki -el Primer Ministro iraquí- pertenece a esta etnia, lo que viene a generar un cambio político de proporciones considerando que -como se explicó anteriormente- por tradición los sunnitas han ejercido el poder político en el país durante mucho tiempo. Desde que los chiitas han ejercido el poder, los sunnitas no han visto con buenos ojos este fenómeno, pero no sólo porque los chiitas no acostumbraban a ejercer el poder, sino que porque se temía que los chiitas -una vez en el oficialismo- iniciaran una campaña para vengarse por la represión histórica de la que habían sido objeto.
El segundo problema tiene que ver con las consecuencias hemisféricas que representó la invasión estadounidense desde la guerra en 2003. Como consecuencia de la investidura chiita en el poder iraquí, lo que representa a nivel regional el derrocamiento del poderío sunnita, no es otra cosa que el fortalecimiento de Irán. Lo anterior es lógico si consideramos que desde la revolución islámica de 1979 que derrocó al Shá de Irán, se logró instalar un gobierno chiita con su máximo exponente, el ayatollah Ruhollah Jomeini. Desde entonces, las relaciones entre Irán e Irak fueron mayoritariamente hostiles por la sencilla razón de que las etnias preponderantes en los países mencionados eran chiitas y sunnitas, respectivamente. Ahora no sucede tal caso, por lo tanto Irak dejó de ser el "freno natural" del posicionamiento iraní en la región.
Ante esto, el dilema de lo que le depara particularmente a Irak no es nada alentador. Si todo sigue su curso normal, de aquí a fines del 2010 ya debería estar retirado un contingente importante del personal militar estadounidense. ¿El ejército local estará preparado para enfrentar la animadversión de las células terroristas que por razones de "hermandad musulmana" son más cercanos a los sunnitas que a los chiitas? ¿Las elecciones locales que se han venido realizando desde el 2005 le darán el toque de legitimidad necesario al gobierno actual de los chiitas? Para ambas preguntas tendríamos un tajante no, pero por sobre todo parece más preocupante el hecho que el país esté fuertemente dividido en estos tres grupos. Es de esperar que este país no se termine fragmentando, pero dadas las circunstancias, todo parece apuntar allá.
Desde la invasión estadounidense en 2003 no se lograron ni lograrán ninguno de los dos objetivos claves de conocimiento público. Primero, que Estados Unidos haya encontrado pruebas fehacientes sobre la fabricación de armas de destrucción masiva y segundo, transformar a Irak en un foco de democracia en Medio Oriente. Al parecer, lo que se vendrá en Irak para los próximos meses, no será más que el principio del fin.
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